Qué raro se nos haría ir por la calle o, conduciendo por la carretera, y no ver esos grandes anuncios que nos alegran la vista y nos acercan a las marcas comerciales. Varios de estos soportes se han convertido incluso en iconos de nuestro paisaje y de algunas ciudades importantes.
Aunque algunos de estos formatos publicitarios que conocemos hoy en día son bastante recientes, la historia de la publicidad exterior es muy extensa. Es un medio con muchos años de vida, que ha ido evolucionando con la sociedad y adaptándose a los grandes descubrimientos humanos y al avance de la tecnología.
El origen de la publicidad exterior se encuentra en el los dibujos de algunas cavernas y paredes y muros. Son las formas de expresión gráfica más antiguas realizadas por los primeros hombres.
De hecho, se han hallado algunos mensajes comerciales entre mercaderes sumerios del año 2.700 a.c. y también hay constancia de que en la antigua Persia se hacían huecos en las paredes para usarlos como escaparates y así mostrar sus productos.
Desarrollo de la publicidad exterior hasta el descubrimiento de la imprenta
El anuncio más antiguo del que hay constancia y que todavía se conserva, es el Papiro de Tebas, también unos dos milenios antes de Cristo, entre el año 2.000 y 3.000. La publicidad de esta época tuvo mayor difusión con este tipo de soporte.
Mientras, en el antiguo Egipto los mercaderes ya anunciaban sus negocios con mensajes en piedras que indicaban su ubicación. Y en el Imperio Romano ya se ocupaban espacios murales decorados para este fin.
Por su parte, los griegos también anunciaban sus Juegos Olímpicos en las paredes exteriores del estadio. En definitiva, todas estas culturas aprovechaban los lugares donde había mucha proliferación de personas, que es uno de los objetivos de la publicidad exterior actual.
Ya a mediados del siglo XV, la aparición de la imprenta supuso una revolución para la historia de la publicidad exterior con el origen del cartel publicitario.
Inicialmente, en la mayoría de estos soportes predominaban las imágenes que se asociaban a ideas relacionadas con el negocio que se anunciaba. Así se facilitaba la difusión entre la mayoría de la población que no sabía leer.
Las vallas, principal referente de la historia de la publicidad exterior en la edad moderna
Otro de los avances significativos del medio de exterior fue a finales del siglo XVIII con la invención de la litografía, que además impulsó la creación de las vallas publicitarias.
Poco a poco se fueron creando carteles cada vez más grandes y cada vez más resistentes, y con intenciones más publicitarias. Así llegamos hasta el año 1889 con la creación de la primera gran valla publicitaria para la exposición universal de París.
Mientras, la historia de la publicidad exterior en España evolucionó, aproximadamente, a la par que Europa. El primer cartel data de 1897 y fue para el baile de máscaras del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Otro de los carteles emblemáticos de nuestra geografía es el toro de Osborne, que hace más ameno nuestros viajes en carretera desde 1956, y que además ha estado presente en las XXVIII jornadas de publicidad exterior.
Más de 200 años después y, a pesar del avance de las nuevas tecnologías y la consolidación del mundo digital, las vallas publicitarias siguen siendo un referente de los medios de exterior por el que apuestan muchas marcas, gracias a su eficacia publictaria y el alto impacto que tiene en la población.
En Grupo Redext también somos historia de la publicidad exterior con más de 30 años en el sector y con un patrimonio de más del 60 % de las vallas y monopostes colocados actualmente en el territorio nacional.